te cuento que la procrastinación tiene presos mis textos en un coma de edición del que parece imposible que salgan vivos. sin embargo, luego de muchos diálogos, hemos logrado ponernos de acuerdo y resolvimos compartirte algunos escritos. los demás seguirán cautivos esperando algún día pasar la guillotina y salir libres, aunque impresos-muertos, en un librito. en el inter, te comparto estas letras.
0000777
rescato un instante, ausencia que marca tu luz, desnudas alturas que abajo suenan. dejo ir libres los demonios, saludo su destino, los condeno a una tierra de lirios. imagina que vendrán otros caminos, cuando lleguen, hazme saber que sonríes, que miras la luna sin miedo, que te alegra saber mi ignorancia. tu paciencia y espera al final, al principio, reencarnaron en dioses amor, en grillos y cosquillas que dejaron sentir las estrellas. fue entonces que la arena cambió, el cielo cayó y se hizo uno con tus pasos. en un profundo mutismo volé tu mano, acaricié tu existencia con todo el respeto y la devoción que mi espíritu alcanzó. vino el milagro, chispas infinitas de tus mantos saltaron, cubrieron la historia, sin olvidar perdonaron el daño, abrazaron su inconsciencia y falta de amor, hicieron un laberinto de lianas, arrastraron la creación, soltaron la materia para que en el polvo encontrara un nuevo encanto, fauna y flora caminaron en son de paz hacia el hombre distante, y al final, entre la niebla y el sol, a un lado del camino, no atrás ni adelante, sino a un lado, se les vio compartir un sueño que solo el misterio contempló.
0000729
obscurece temprano, tiempo de sueño, arcoíris. nos recuerdo vírgenes, fantasmas. visitamos tantos asfaltos como cuerpos débiles, nunca vimos nada. tristes visiones las que llevamos a casa, cementerios gastados. las lágrimas que iluminaron los techos fueron los murmullos de las plantas que nos trajeron al desierto. la nostalgia de tu olor, el suelo de tu patio y la sonrisa del árbol, nos hicieron despertar. el vuelo se hizo luz, los círculos del invisible calcaron ilusiones que siguieron los ciegos, nunca más se vio un éxodo tan grande, fue una historia que marcó las piedras. desde entonces y hasta ahora, el infinito comparte la leyenda con el instante, cada día se recuerda una imagen de aquella peregrinación: iban todos despacio, tan lento como el aire permitía, hileras interminables de seres sin voz recorrían un sendero sin paisaje, sus túnicas mutiladas por el cansancio, las llagas en sus pies. el impacto de aquel silencio todavía se mira al espejo, muertos y vivos huyendo. en aquella búsqueda de esqueletos kármicos intentamos descanso, avistamos enormes sembradíos de color, nunca una contemplación tan corta, bastó un momento para callar cualquier intento de diálogo y entender que el vacío y la memoria ruedan en calma. las estrellas colgaban de sus brazos, quietos absorbimos igual que Toca el calor del universo y emprendimos la vuelta a casa.
0000696
o ... y fue entonces que la vida le arrebató existencia a la muerte ... +
0000816
los mezquites ofrecen sus rezos, bendita tierra. la divinidad escondida en las semillas rojas de los pirules, y el misterio que no existe en el silencio, se cuelan por espacios diminutos a la vida, sonrío, empiezo a escribir sin luz. la distancia entre el obscuro y los huesos de sol se hacen historia, en un presente de agua los niños color levantan la tierra. mira con cariño estos ojos que son tu reflejo, no desgastes más los dijes, entrega las piedras, bailemos en paz.
0000813
cerrar tus ojos lo más simple, que tus labios enmudecieran y tu sonrisa dejara de marcar pasos: lo más cruel. no supe ver tu muerte. la noche quiso ser sonaja, cansada de pedir latidos, hizo un papalote de ilusiones y se montó en él. la casa inclino su luz, nos dejó frente a frente: invitados, testigos y amigos apagaron sus quinqués.
0000811
bendije al desierto porque fue todo lo que pude ver, el resto se escapó por rendijas de vacío. un cielo nublado habla de dios: dónde están los hombres de fuego, las niñas de agua, la vida que cae desde la muerte... alegría y magia desbordan realidad que la marea calla. tu imagen como antes, rescatas las coronas de los viejos.
0000801
hace el mar mella en tus ojos. en la parte fría se extienden palabras de inocencia. al este, remueven la tierra. a la izquierda suenan los ríos de lava. xibalbá y algunos micos dejaron la antártica para volar américa, al viejo norte, sus desiertos blancos y los restos de mi abismo permanecen ahí, contigo. calaveras y diablitos.
0000800
cuatro días. recito al viento. vivo, paso. entre las piedras encuentro rastros. levanto la vista, exploro por un agujero el invisible, que triste se ve ahí, solo, esperando manifiesto. el negro se hace verde, comienzan los colores en la ausencia un verano interminable. el blanco como centro, tus sentidos en el invierno y nosotros, desvaneciéndonos en el calor de la presencia. rodajas de cultura y alguna que otra inconsciencia nos salvan del destino. arena azul.
0000799
tu ruido mató los sonidos, enmudeció los signos, consiguió sin venganza ensordecer los túneles, luego paulo, sin movimiento, escuchó el mar, imaginó peces volando.
0000796
adelante tus ojos, una luz pausada recorre esta distancia. sin ensordecer diálogos divinos, sin reproches, sin culpas, apareces. ondeas en trayectos de historia, recorres el barro, das al sur tus bendiciones y dejas la quietud como bálsamo. sentí en un futuro las huellas que creí escuchar, fue después cuando le sonreí al infinito, encontré libélulas reflejando en la nada tus misterios. que fortuna poder recordar las ficciones que juntos fundamos.
0000781
sólo el viento se hace uno con los años, el tiempo se ve en la distancia, la vida recorre canales de luz en cada imagen. basta un silencio para dejar que las aguas borren los túneles del infinito: juntos, dios y el instante unidos, viajando por los cometas y montañas del espacio. el polvo galáctico secuestra algunas tentaciones y deja libres los sueños que ven nacer el lugar, una sombra merodea los latidos de paz. miro tus ojos y siento el aire, gotas frescas e imanes de invisible cubren los caminos mágicos de la hierba. todo este desplante de misterio, con toda la soberbia que impone, recoge en su interior la humildad más transparente. quédate a mi lado para que algún día, por azar o sin él, compartamos sentados las cadencias de huautla, los peces que enmarcan los paisajes etéreos que se esconden de los ciegos.
0000770
tabulador tres punto uno cuatro uno seis coma fractales coma génesis punto
0000768
cuatro ruedas, una historia. partes las hojas para descubrir que después del viaje está un mar cargando olas sin tristeza. playas azules abren colores que nunca has visto, dejas un pasado gris lleno de escalones, dudas: aunque el recuerdo sea siempre enseñanza, esta vez es mejor olvidar, lo que se abre es lo que se es. notas blancas, escúchalas de tal forma que sean tus ojos los que regresen, que tu andar se vuelva lento y tus decisiones escasas para dejar que la tierra estampe tus huellas. con lágrimas en los labios puedo sentir tu amor, tu fortaleza y pequeñez, tu espacio de locura y también tu luz, tus secretos e instantes de ilusión. despido contigo las estrellas y te dejo dormir para que sea el silencio quien recoja tus dedos en las minas de dios.
0000755
piérdete otra vez. así empieza el camino, así las aves se van quedando ciegas, así pasan la eternidad los colores. en un solo delirio las mañanas abren paso al círculo, bombos y platillos reparten frecuencias en la piel. antes la noche nos regresaba al principio; hoy, el mundo ya no duerme. bendita paz la antigua, la futura, la presente, bendita paz. el andar nos confundió, y en un intento por matar a los dioses nos quedamos sin lagos subterráneos.
0000754
un grillo saltó, el cuarto se quedó solo, sin velas; el viento y la sal encontraron cielos marinos, escaladas de violencia, vasos y huecos rotos. de los lirios hicieron sus cuevas, de las hadas sus rehenes, y como luciérnagas sorprendieron a la noche. murmuraron en sus cuentos a los hombres, fue entonces que aparecimos, sorpresas y risas trajo el sol; como ofrenda: la memoria matando al silencio. tiesos huesos abandonaron los tesoros y la carne, dejaron ir la vida. sobre los cometas intentaron los brujos ser estrellas, y al ver que no podían, arrojaron en una lágrima el miedo de tus ojos.
0000741
flores árticas. sin pingüinos, sin tortugas ni reptiles, quiero entrar, sin que nadie se dé cuenta, de puntitas, al margen que sostiene el color, y en un instante, en cualquiera, sin importar si ya está listo o no, romper a gritos las cuerdas que me dan la voz, enloquecer la noche y hacerla verde, dejar la ilusión en el paraíso, nadar sobre el aire, tirar fuego por las nubes y al final, tallar los ojos, mover los hilos que mueven tu pluma, acariciarte y hacer el amor en la nieve.
0000740
laso el paso, torpeza, asfixia y sal. miras verdad. crisol donde se funde el anhelo de inmortalidad en cuerpos moribundos. que rabia saber que la vida aparece al final del túnel y no al principio. te recuerdo y me dan ganas de arrojarte a un infinito sin retorno. la fuerza es tan leve ya, los tendones no consiguen dejar de arrastrar los pies. los dedos van perdiendo rectitud, la razón empuja la lógica y abandona el espacio. seis ángeles aparecen, mueren. solo. en un desierto de olas nacen tus ojos con el resto de tu figura, sigues inmerso en los planos, tu memoria ancla el vacío, empiezas a perder la obscuridad que ata la muerte con dios, florecen sobre espejos pescadores sin balsas, tiran las redes, ningún abismo los toca y regresan sin dolor al sol. mientras todo esto pasa, los hombres imaginan que el ruido de las ciudades viene del mar.
0000737
de la punta a los pies: frío, espacio inmenso lleno de azul, imágenes secas, cementerios sobre aguas que dan vida, nubes sólidas, islas nómadas, peregrinos de simas y vientos nórdicos. eternos nidos de paz, movimiento escrito con alcances mágicos y un sur inundado de grandeza. repleto el suelo de nudos. refleja un instante en nieve, hielo. los pocos latidos que queden, descansen en paz, así sea. soledad.
0000736
caló el silencio, notas sin tono, un refugio en el mar, una espera y un señuelo. fue entonces que te vi, en esas piedras, bajo esa bruma, en ese misterio... no recuerdo nada.
0000734
parpadeas: ironías en parapente; parpadeas: luces, alquitrán; parpadeas: un mundo ciego, un largo andar. parpadeas: los desiertos pintan el espacio con obsidianas; parpadeas: un ruido hace temblar el cosmos, se parten de un tajo los cometas. parpadeas: tu padre entretiene las figuras, alegría inmensa. parpadeas: sueltan los nodos, escuchas dialectos que no entiendes, se desvanecen las líneas. cierras tus ojos.
0000733
que rincón tan cercano recorre esta mirada, el agua acaricia un lodo sagrado. honro estas tierras, con la misma autoridad que me fue dada las bendigo, presento ante ti mi ofrenda, hinco el cuerpo y recargo en mis rodillas tu suelo, tu lago y sueño. que sea corto el tiempo pido, que las minas no tarden en traer riqueza a las piedras que esperamos, ya no más carne ni deseo, minerales dispuestos a desaparecer los gigantes, a mudar la vida en esta forma. ser río, ceniza, aire, roca.
0000731
escarbo, de esta tierra al cielo, uno y más cerca. la intención se esconde, salpica el alma, tu atención es sueño, el sol sal y tu luz encanto. quimera después, sobre algas y lirios colores de paz, socavones, volúmenes que sostienen tierras cálidas. regálame los columpios, que sea entonces cuando te regrese a dios, cuando mis ojos decidan acunarse en ti, cuando la imaginería y materia descansen su ansia, cuando el deseo sea sólo un recuerdo sin nostalgia.
0000714
sin letras, miro lo que te cobija, agujas clavadas y una lluvia golpeando los suelos, muero. las estrellas, salto a su infinito, a su viaje lento y casi mudo hacia las cuevas que después serán los horizontes cercanos. me vistes con ternura mientras separas, de pie, el cuerpo; sin sombras que timen ni vientos que impidan ver, eclipso los restos, en un profundo respiro, se funde el mar.
0000713
miras tu cuarto. tres imágenes y una cruz. cruz cruz que se vaya el diablo... que nos dejen los sueños. nunca más las manos del futuro en el instante, que el pasado lo vivan los muertos. espacio, una nube y tu encanto. basta tu mirada para cortar las minas y hacer con ellas pirotecnia. deja de soñar, apaga el lamento y descubre tus ojos. pierde en ti la distancia, sacude los restos; y las notas de piano que sonando queden, déjalas, déjalas, que solas descubran que la eternidad no las quiere.
0000706
explota el núcleo, se libera el espacio, cadena de encuentros, letargo de milenios. tres misterios en este presente: una cajita musical, dos vestigios nómadas en círculos, tres chimeneas sobre el lago.
0000702
ya sin fe escalé las últimas cenizas, invadí las nubes, la soledad de los cometas, llené de hielo la montaña, caminé sin sombra; un sonido en tu rezo. sin más esferas que mi luz, metí la mano en los huecos. necesitaba verte, fue por eso que volé, necesitaba recobrar la fuerza que me hacía saberte cierto, necesitaba, caí. imposible la chispa que sentí, después entendí: de ti viene el mar. mi cuerpo es tan corto que aquí sólo mira con nostalgia lo que imaginé. resignar el espíritu y dejarle a la muerte la justicia, quimeras que no nacieron conmigo: ilusión. vivir así es un camino de cruces, y es que las luces no son para el sol lo que la vida es para mí. supuse que las letras no eran lo que pensaba, vi como las marcas quitaban de mí las manos para abandonarme, libre al fin, con manchas, sin ataduras, me dejaban caminar la vereda. las geometrías se fueron cortando y poco antes de dar el salto, pude ver.
*para leer más escritos envía un correo a info@INEllanos.com